
Vídeo topografía
literaria
3º ESO
"Mi lugar especial"
"TRESCARES"
C. M. E.
"EL CHORRÓN"
C. B. L.
"MI SANTUARIO"
S. S. L.
"LA GRANJA"
I. T.
"MI HABITACIÓN"
G. P. V.
"LA CASINA"
L. P. LL.
"EL CAMINO"
J. C. R.
"LA LLERA"
D. S. S.
"EL INSTITUTO"
M. R.
"VILLANUEVA"
S. C. G.
"LA GRANDA"
M. M. P.
"LA PERUYAL"
S. C. B.
"MI LUGAR"
M. R. G.
"LA LLERA"
A. M. L.
"LA FLORESTA"
A. P. A.
"MI PARQUE"
N. P. B.
"LA CONCORDIA"
J. S. S.
POESÍA LÍRICA
Villancico de amor
(algunos de estructura zejelesca)
Extraño tu sincera y apasionante mirada,
y en las noches de invierno recuerdo tus cálidos abrazos.
¿Cuándo te podré volver a ver?
Querido amado mío,
¿acaso soy tu olvido?
Cuando me miras sonrío,
Pero en tus ojos se refleja el vacío.
Tus susurros me hacen enrojecer.
¿Cuándo te podré volver a ver?
Irene Teleña Laruelo, 3º A/B
Sin ti la noche es oscura
Mi vida ahora una locura
Mala es la soledad.
Mucho tiempo ha pasado
Pero nunca mal gastado
Yo siempre te he amado
En la salud y la enfermedad
Mala es la soledad.
Guillermo Prieto Villar 3º B
Amor espero,
Largos son tres años sin la luz del deseo
¿Volverás cuándo?
Largos días grises de enero
Largos meses con tu anhelo
Largos minutos te espero
Largos segundos sin tu cuerpo
Guerrero amado
¿Volverás cuándo?
Tania Cofiño Blanco 3º B
Aquí te estoy esperando
sola sin tu compañía
¿Dónde estarás?
Te necesito por aquí.
Desde el día que te fuiste
Estoy desesperada sin ti.
Estoy demasiado triste.
Te necesito ya.
¿Dónde estarás?
Juan Solís Sierra 3º A/B
Los días pasan
Y no te veo
¿Cuándo volverás?
Oh, mi querido amado
Sabes que eres mi hombre soñado
Que este poema cantado
Te recuerde a esas noches de verano
Mis nervios están al ras
¿Cuándo volverás?
Carmen Benito Lara 3ºAB
Aquel dulce olor
Me recordaba a nuestro hermoso amor
Estaba tan sólo en aquel desierto extraño
Que abracé a ese cactus aunque me hiciera daño
El tiempo no pasaba aquel año
Las lágrimas se salían de aquel paño
Parecían gotas de estaño
Q se fundían en el engaño
Estaba tan sólo en aquel desierto extraño
Que abracé a ese cactus aunque me hiciera daño
Aram Pont Alfaro 3º AB
Mi luz esta perdida
Mi guía me falta
Mi vida se apaga
El mundo recorreré
Mares, ríos y montañas atravesare
Y el mundo a tus pies pondré,
¡algún día te encontrare!
Como la luz de una llama
Mi guía me falta
Mi vida se apaga.
Zaira Celdrán Valle 3º AB
Aquella gran estrella
brillaba,
tan solo me enamoraba.
Esa misma noche
un alimoche,
Volaba hacia mi coche
mientras su plumaje agitaba,
tan solo me enamoraba.
Noemí Pérez Bárcena 3º B
Orgullosa va la niña
Con su muñeca enjoyada,
Cantando una balada.
Se la regaló su amigo,
Delante de su testigo,
Al lado de aquel postigo,
Estaba enamorada.
Cantando una balada.
Alba Junco San Martín 3º B
Teníamos el récord
del mundo en querernos.
Yo a ti te lo prometo.
Por eso yo te esperaba,
A que mi amor llegara
Y tú con flores me amaras.
Contigo soy un gran dueto
Yo a ti te lo prometo.
Eduardo López 3º AB
El sueño no me visita
Y los días se mezclan
Solo digo vuelve a casa
Busca el camino
No es tu enemigo
Solo vuelve conmigo
Ahora que nos pasa
Solo digo vuelve a casa
Jenifer Collia Raharivelo 3º B
La miraba embelesada
desde su ventana.
Una lágrima caía,
Mientras su mundo se detenía.
Intentaba detenerla,
Pues tenía miedo a perderla.
La miraba embelesada
desde su ventana.
Lucía Pardo Llano 3º AB
Raimunda a su marido esperaba
Porque de viaje andaba:
Sola lloraba desolada
Su corazón no latía
Porque su amado la hería
Pero ella le esperaría
En la coma sentada
Sola lloraba desolada
Nicole Mora Rodríguez 3º B
Los pastores se van de viaje
Los pastores se van de viaje
Con espléndido coraje
Llevan lleno el zurrón
Con mucha decisión.
Por esa condición
Caminan con pasión.
Dentro de su carruaje
Los pastores se van de viaje
Con espléndido coraje.
Completo de regalos
Para sus allegados
Los días son animados
Pensando en contentarlos.
Compartiendo su mensaje
Los pastores se van de viaje
Con espléndido coraje.
Mateo Rodríguez García 3ºAB
Estoy cansada de esperar
Y ya no hay vuelta atrás
No lo he visto contento
Mi amado no ha vuelto
Ya siento mi lamento
yo ya no puedo más
Estoy cansada de esperar
Y ya no hay vuelta atrás
Ainhoa Castro León 3º B
Con la música de fondo
Y tu recuerdo a hombros
¿Dónde estas mi vida?
Nunca pensé que no estarías
Antes de tantas cartas enviadas
Y ríos de lágrimas lloradas
Después de mil estrofas cantadas
Al ritmo de una canción sonada
Sigo bailando sola y herida
¿Dónde estas mí vida?
Nunca pensé que no estarías
Adela Medina Lobato 3º A/B
Muerta estoy en vida
Por pensar en su huida
Amor muerto
Todo mi tiempo perdido
En un amor no correspondido
Mi amor te di, querido
Mi corazón revuelto
Amor muerto
Félix Diez Del Campo 3º B
Te vi saliendo de casa
mi vida pasa
viviendo para tu alma
tu pelo volando al viento
quiero cercano tu aliento
por ti mi enfrentamiento
tu mi caza
viviendo para tu alma
Marius Rusu 3º B
¿Cuándo volverás?
Cada día llegas más tarde.
Te llevas este mi corazón que arde.
Ojalá fueses aquel hombre de antes
y no hubieras cambiado jamás.
¿Cuándo volverás?
Sigo esperando a que tú llegues
y te disculpes como debes.
pero yo sé que eso no quieres
y que luego empeorarás.
¿Cuándo volverás?
Esto no cambia que te extrañe
Yo quiero que a mi puerta llames
y que para siempre tú me ames.
La casa está fría cuando no estás
¿Cuándo volverás?
Minerva Martínez Pérez 3º AB
¿Cuándo te darás cuenta?
¡Te quiero!
Pasan los años y no me saludas,
me tropiezo ante ti y no me ayudas
me miras de reojo y tu camino reanudas.
Si estoy más tiempo sin ti me muero.
¡Te quiero!
DAVID SOLÍS SIERRA 3ºA/B
CUENTOS
con la estructura de
El conde Lucanor, de D. Juan Manuel
CUENTO I
LO QUE LE SUCEDIÓ A UN HOMBRE QUE CAMINABA CON LOS OJOS CERRADOS
Una vez estaba hablando apartadamente Catalina con Luis, su hermano, y le dijo:
-Luis, tengo un problema y no sé que hacer, y ya que tú eres mayor y tienes más experiencia, me gustaría que me aconsejaras. Un día, le conté mi más íntimo secreto a mi mejor amiga, Lidia. Le revelé el nombre del chico del que estoy profundamente enamorada, y como yo se lo había pedido así, pensaba que no se lo contaría a nadie; pero al día siguiente, cuando llegué a clase, toda la gente se estaba riendo de mí a la vez que me señalaban con sus dedos, y por el rabillo del ojo, pude observar que el chico que me gusta se estaba sonrojando. Al momento me di cuenta de lo que había pasado, ¡Lidia le había contado a toda la escuela mi secreto! Una vez dicho esto, la duda que tengo es si debería perdonarla o no, al fin y al cabo es mi mejor amiga, pero no sé si podré volver a confiar en ella.
-Querida Catalina- dijo Luis- lo que me dices, me recuerda mucho al cuento de un hombre que caminaba con los ojos cerrados.
Catalina le pidió que le contara lo ocurrido.
-Hace muchos años, paseaba todas las mañanas un hombre por su jardín. Cuando se cansó de caminar por el mismo sitio, decidió salir también por las calles de su barrio. Un día, se propuso caminar con los ojos cerrados durante unos minutos, y lo siguió haciendo durante todo el mes.
Como ya conocía todas las calles por las que andaba decidió cerrar los ojos todo el trayecto, desde que salía por la puerta de su casa, hasta que volvía a entrar por esta. Cuando la gente lo veía, se asustaba y le decían que abriera los ojos, pues tenían mucho miedo de que se tropezara y se cayera. El hombre tenía mucha suerte, nunca chocaba ni tropezaba contra nada, y alardeaba de tener una gran intuición para los peligros, pues tenía mucha confianza en sí mismo. Pero una mañana, mientras iba caminando por la calle principal, no se percató de que había obras, y en el suelo había un gran agujero que conectaba con una tubería estropeada. Entonces, cuando el hombre se dispuso a pasar, hundió un pie en el agujero y, antes de que pudiera darse cuenta, se cayó en el mismo. Toda la suerte que el hombre había tenido los meses anteriores se evaporó aquella mañana, pues por culpa del impacto de su cuerpo contra la tubería, se rompió varias costillas. El hombre no murió, pero tuvo que quedarse ingresado en un hospital durante mucho tiempo, sufriendo fuertes dolores y sin poder moverse, pues tenía varios problemas de respiración.
-Y tú, Catalina, si no quieres acabar como este hombre, pero en vez de herida físicamente, herida mentalmente, debes desconfiar más de la gente. Si no estás segura de que una persona te va a guardar bien un secreto, no confíes en ella, pues puede utilizarlo contra ti, haciéndote mucho daño. Así que yo te aconsejo que no perdones a tu amiga, pues si ya ha contado un secreto tuyo, algo que sabe que te duele, no le des la oportunidad de que cuente otro.
Catalina vio que Luis la había aconsejado muy bien, obró según sus recomendaciones y le fue muy provechoso hacerlo así.
Y viendo doña Irene que este cuento era bueno, lo mandó escribir en este libro e hizo estos versos que condensan toda su moraleja:
Es importante recordar
que no te puedes confiar.
Irene Teleña Laruelo
CUENTO II
LO QUE LE SUCEDIÓ A UN MERCADER DE CÓRDOBA AL QUE ROBARON LA MERCANCÍA
Otra vez vino Ramiro corriendo a ver a su mejor amiga Leonor para contarle lo que le había sucedido. Su cara roja mostraba la imagen de alguien enojado, y así le dijo:
—Mira, Leonor, acabo de sufrir una traición por parte de uno de mis mejores amigos, uno en el que confiaba plenamente. Le había contado un secreto pidiéndole que, por favor, no lo contara a nadie. Estando ahora en la calle me crucé con un grupo de chicos que conocen a mi mejor amigo y estaban hablando precisamente del tema que le había contado. Me siento tan traicionado e indignado que me entran ganas de vengarme. ¡No aguanto más!
—Querido Ramiro –dijo Leonor–, te veo muy nervioso, así que siéntate al lado mío y mientras te tranquilizas, escucha esta historia que te voy a contar sobre un antiguo mercader de Córdoba al que un día robaron la mercancía. Verás que, debido a su ira, actuó de forma precipitada sin saber toda la verdad ni pensar en las consecuencias.
Ramiro se sentó al lado de su amiga para escucharla atentamente.
La historia cuenta que hace mucho tiempo –comenzó Leonor– un mercader que viajaba por toda España había llegado a Andalucía en un día caluroso de verano. Después de una mañana de intenso trabajo, estaba descansando cuando un joven pasó por delante de su carro y se quedó asombrado por todos los objetos valiosos que había almacenado al cabo de muchos años de viaje por distintos lugares de Europa. El joven no pudo resistirse a la tentación de querer llevarse algo y eligió un objeto en forma de Ojo de Horus que le llamó particularmente la atención. Sin saberlo se llevó el objeto más preciado por el hombre, ya que era el amuleto de la suerte de su hija fallecida. Cuando el mercader se despertó y vio que el amuleto había desaparecido, se puso furioso. Empezó a preguntar por toda la ciudad para averiguar quién podía haberle robado. Esa misma noche escuchó el rumor sobre una banda de ladrones que se dedicaban a robar objetos valiosos para venderlos en el mercado. Se alteró tanto que anduvo buscando por todos los callejones durante dos noches hasta que logró dar con alguno de ellos. Amenazó a uno para que confesara y le dijera dónde se encontraba su amuleto. Pero como no eran ellos los que lo habían robado, el ladrón no sabía de qué hablaba. Entonces, creyendo que lo estaban engañando, el mercader se sintió tan triste por haber perdido su objeto querido y, al mismo tiempo, tan airado que lo mató sin pensarlo. La banda de ladrones huyó al ver lo sucedido. El mercader, agotado, se dirigió hacia su carro para descansar un rato. A la mañana siguiente cuando despertó, vio a un joven esperando de pie al lado de su carro. Nervioso, se incorporó de golpe preguntándole qué quería. El joven respondió que venía a devolverle algo que le pertenecía y que se sentía arrepentido de haber cogido sin permiso. Entonces extendió la mano y en ella se encontraba el amuleto. El mercader, desesperado, comprendió su error. Se dio cuenta que había actuado sin tener prueba alguna y que había matado a un hombre inocente.
—Y tú, Ramiro, si no quieres cometer el mismo error que el mercader, que actuó precipitadamente, te aconsejo que te tranquilices y vayas a hablar sosegadamente con tu buen amigo para intentar averiguar la verdad sobre lo que pasó. Puede que no haya contado nada y que esos chicos estuvieran hablando de un tema parecido. Además, debes pensar que si te equivocaras, las consecuencias serían terribles ya que podrías perder a tu mejor amigo. Por tanto, ya que te tengo mucho aprecio, te pido que no actúes como el pobre mercader que tuvo un gesto irremediable.
Ramiro entendió que su amiga tenía razón y decidió seguir su consejo. Le dio buen resultado ya que su buen amigo no había contado nada. La conversación que había escuchado de aquellos chicos era una simple coincidencia.
Y, viendo don Mateo que este cuento era bueno, lo mandó escribir en este libro e hizo estos versos que condensan toda la moraleja:
“Con la ira en las manos nunca debes obrar,
Si no, da por seguro que te arrepentirás.”
Mateo Rodríguez García
CUENTO III
LO QUE LE SUCEDIÓ A UNA MUÑECA USADA
Otra vez, hablando Roberto con Ana, su madre, le dijo:
-Mamá, ahora que Pepe se mudó, en el colegio no tengo con quien hablar, porque cada uno está con sus amigos y el mío era él.
-Querido hijo mío -respondió Ana- te voy a contar algo muy parecido que le pasó a una muñeca usada.
Roberto le pidió que le contara lo ocurrido.
-Había una vez una muñeca recién fabricada en un escaparate, le daba el sol todas las mañanas y era muy feliz, pero ella sentía que le faltaba algo. Un día pasó una niña por delante del escaparate y cuando la muñeca la miró, sintió una fuerte conexión, y al parecer la niña también, ya que entró en la tienda para comprarla. La muñeca ya era completamente feliz, comprendió que lo que le había faltado todo ese tiempo era aquella niña que jugaba con ella a todas horas. Pasaron varios años y la niña crecía a la vez que la muñeca se manchaba y estropeaba. Un día, la muñeca fue tirada a un contenedor por aquella niña a la que tanto quería, sin entender el motivo. La muñeca salió del contenedor y estuvo deambulando por las calles varios días, llorando y preguntándose por qué la había abandonado. Hasta que un día, se encontró con otra niña y volvió a sentir esa conexión, la niña ni si quiera la había visto, pero la muñeca no se rindió y se presentó en su casa con la esperanza de que al verla, se quedara con ella, y así fue, en cuanto la niña la miró se le iluminó la cara con una sonrisa y la metió en su casa. Así que la muñeca volvía a ser completamente feliz jugando con esta otra niña.
-Y tú, Roberto, debes hacer como la muñeca, no rendirte e intentar hacer nuevos amigos, porque no tiene por qué ser solo una persona tu amiga, puedes ir y conocer a los demás niños que van al colegio y mirar a ver si pueden ser tus nuevos amigos, seguro que habrá muchos que querrán y así no te sentirás solo por la falta de Pepe.
Roberto vio que su madre le había aconsejado muy bien, obró según sus recomendaciones y le fue muy provechoso hacerlo así.
Y, viendo doña Alba que este cuento era bueno, lo mandó escribir en este libro e hizo estos versos que condensan toda su moraleja:
Si no lo dejas de intentar,
llegará alguien nuevo a tu hogar.
Alba Junco San Martín
CUENTO IV
LO QUE LE SUCEDIÓ A UNA TORTUGA QUE ENCONTRÓ A UN CALAMAR
Un día hablaba Carla con su mejor amigo Mario, y le dijo:
-Mario, unas chicas de mi clase no paran de amenazarme por WhatsApp y por Instagram, dicen que me van a pegar y me insultan, no sé qué puedo hacer, ¿me podrías dar algún consejo de los tuyos?
-Vale Carla, para que lo entiendas mejor me gustaría contarte lo que le pasó a una tortuga que, por fortuna, encontró a un calamar.
Carla le dijo que le contara la historia.
-Escúchame atentamente Carla -dijo Mario-, la historia trata de una tortuga, que un día estaba dando un paseo por la playa y se paró a hablar con su amigo el calamar que le dijo que, en la playa de enfrente, había habido una tormenta tan grande y tan repentina que había dejado a muchas tortugas sin comida y sin hogar, y que lo mas seguro era irse a la cueva del calamar que era tan profunda tan profunda, que la tormenta no iba a afectar. La tortuga, sin pensárselo dos veces, corrió a avisar a las demás tortugas, pero estas no le hicieron caso. Entonces la tortuga volvió a la playa y se lo dijo al calamar. Él, suspirando, le dijo que daba igual, que si las demás tortugas no querían salvarse que él y ella sí lo harían. Así que se fueron a la cueva del calamar donde la tortuga colocó todas su cosas y la comida que tenía guardada. Pasó el tiempo, y la tortuga le pidió al calamar que la guiase para ver como iba aquel temporal. Se encontró un paisaje desolador. La tormenta ya había pasado y ningún tipo de tortuga nadaba o caminaba en kilómetros y kilómetros a la redonda, y la única superviviente fue nuestra amiga la tortuga.
—Así que tú, Carla, tienes que tomar cartas en el asunto antes de que sea muy tarde porque no te puedes quedar callada si ya ves venir el problema.
A Carla le gustó mucho el consejo, lo puso en práctica y le fue bien.
Como Tania pensó que este era un buen cuento, lo mandó poner en este libro e hizo unos versos que dicen así y que condensan toda su moraleja:
Los problemas debes rápido solventar,
Antes de que estos te puedan sobrepasar.
Tania Cofiño Blanco
CUENTO V
LO QUE LE SUCEDIÓ A UN HOMBRE QUE VESTÍA TODOS LOS DÍAS CON UNA PRENDA MÁS DE ROPA
Un día hablaba Marta con su hermana mayor Julia:
-Julia, una amiga mía me incita a hacer cosas que yo no quiero, no son cosas muy malas. Pero, ¿y si va a más?
-Lo que me acabas de contar me recuerda mucho a un hombre que vestía todos los días con una prenda más de ropa -respondió Julia.
Marta le rogó que le contara la historia de ese hombre.
-Marta- dijo Julia-, había un hombre que siempre pasaba frío, así que sus amigos hartos de escuchar sus quejas le sugirieron que se pusiera una camiseta interior. Al día siguiente el hombre no se quejó ni una sola vez de tener frío y pensaron que habían solucionado el problema. Pero poco después su cuerpo se había adaptado al calor de la camiseta interior y volvió a pasar frío y, con ello, volvió a quejarse. Esta vez le preguntó a su madre. “Ponte una camiseta térmica”, le sugirió ella. El hombre le hizo caso, pero como anteriormente, poco después volvió a tener frío. La tercera vez llegó a la conclusión él solo, debía de ponerse una sudadera. Así se pasó varios meses, hasta que un día ya no podía ponerse más capas de ropa. Para ese momento si no se ponía todas esas capas se congelaba. Sus amigos muy preocupados por él llamaron a un médico para que salvara a su amigo el friolero. Por fin fue al médico y este le dio una buena solución, ir quitándose poco a poco cada capa haciendo que su cuerpo se acostumbrara a la temperatura sin ella. Pero como era tan tarde y el problema era tan grande estuvo mucho tiempo para volver a la normalidad.
-Así que tú, hermanita mía -continuó tras una pausa dramática-, no debes esperar a que el problema sea muy grande para sanarlo. Debes decirle a tu amiga que no quieres hacer eso, antes de que la bola se vuelva demasiado grande e irreversible. Eso sí, si te lo pidieran una vez y de verdad los ves con la ilusión de hacerlo, hazlo, pues probablemente un día se cambiarán los papeles y serás tú la que querrás hacerlo y seguro que te gustaría que te acompañasen.
A Marta le gustó este consejo así que lo puso en práctica y le fue muy bien.
Como a doña Carmen le había gustado también este cuento y esta enseñanza, lo mandó poner en este libro y escribió estos versos que condensan toda su moraleja:
Los males al comienzo debemos arrancar,
porque una vez crecidos, ¿quién los atajará?
Carmen Benito Lara
CUENTO VI
LA ARDILLA QUE DIÓ SU FELICIDAD POR ALQUIEN QUE NO HARÍA LO MISMO POR ELLA
Una vez estaba hablando apartadamente Clara con Emma, su madre y le dijo:
—Mamá, tengo un problema, siempre le hago los deberes a una amiga y ella nunca me lo agradece como debería. Siempre pongo a mis amigos antes que a mí y a veces me olvido de mí misma. Y lo que es peor, cuando necesito su ayuda en algo, porque no lo logro entender del todo, ella me rechaza y no me apoya como yo la apoyo a ella.
—Querida Clara, no eres la única a la que le pasa esto, esto también le pasaba a una amable ardilla que siempre ayudaba a todos los de su alrededor y al final acababa sin nada y nadie le agradecía nunca sus favores. Este cuento siempre me lo contaba tu abuela cuando yo era apenas una niña.
Clara le pidió que le contara el cuento.
—Había una dulce ardilla llamada Laia a la que le encantaban las bellotas. Siempre salía a recolectarlas cuando podía. Solía ir con sus amigas y cada una recolectaba las que era capaz y les tenían que durar bastante tiempo, pues sus padres no siempre les permitían salir de sus hogares y más tarde o más temprano llegaba el tiempo de la hibernación. Un día fueron a recolectar bellotas todas juntas y Laia tuvo la gran suerte de encontrarse un gran cúmulo de ellas. Sus amigas, fascinadas y enfadadas a la vez, le dijeron:
-Necesitamos que nos hagas un favor, nosotras no hemos recolectado tantas bellotas como tú y lo cierto es que nos gustaría que nos dieses al menos la mitad de ellas.
Laia tenía demasiado buen corazón como para decirles que no y sus amigas lo sabían, por lo que contestó:
-Está bien, os daré gran parte de ellas para que podáis disfrutarlas.
Sus dos amigas, felices, se fueron con una gran cantidad de sabrosas bellotas para comérselas las dos juntas y ni siquiera le dieron las gracias a Laia. Ella se fue triste a casa pues llegó con apenas dos bellotas, pero como eran sus amigas decidió pasarlo por alto, porque otro día ellas la ayudarían a ella si necesitase algo. O al menos eso pensaba ella.
Un tiempo después, Laia y su familia estuvieron varios días recolectando comida y sus amigas no habían ido con ella, pues decían que con las que tenían les era suficiente. Una semana después, las dos ardillas pasaron por casa de su amiga y le suplicaron que les diese más bellotas, ya que ellas se lo habían comido todo. Laia, como era de esperar, les dio una gran cantidad y estuvo al borde de quedarse de nuevo sin nada. Sus amigas se fueron, pero otra semana más tarde volvieron a pedirle más bellotas y así semana tras semana, hasta que ellas se quedaron con un gran montón y Laia sin ninguna. Ella, triste, fue a pedirles a sus amigas comida.
-Amigas, me gustaría que me dieseis alguna bellota pues no tengo ninguna y mis padres no me dejan ir a por más. Me encuentro algo hambrienta, llevo un día sin alimentos y se acerca la hibernación.
Sus amigas, descaradamente, le dijeron que no y replicaron que ellas ya no eran amigas, pues tenían las bellotas que querían y no la necesitaban para nada más.
Laia se sintió muy mal, pues había estado dándole todo a alguien que verdaderamente no se lo agradecía y al final ella se quedó sin nada y triste. Tuvo que ir buscándose ella sola la vida para poder sobrevivir, pero al final con un gran esfuerzo logró comida suficiente.
—Y tú, Clara, debes ayudar a tus compañeros y amigos, pero solo cuando te lo agradezcan como es debido. Tampoco deberías hacer como Laia y dejar de ser tú feliz por hacer a alguien feliz. Si al hacer favores solo consigues olvidarte de ti misma es mejor que no los hagas y menos si aquellas personas a las que ayudas no harían lo mismo por ti.
Carla vio que su madre le había aconsejado muy bien, obró según sus recomendaciones y le fue muy provechoso hacerlo así.
Y, viendo doña Minerva que este cuento era bueno, lo mandó escribir en este libro e hizo estos versos que condensan toda su moraleja:
Por alguien que no agradece tus favores
no abandones tus labores.
Minerva Martínez Pérez
CUENTO VII
LO QUE LES SUCEDIÓ A UN PERRO Y UN GATO
Hablaba Pedro con Lucas, su hermano, y le dijo así:
-Lucas, tengo un amigo que ha sido muy bueno conmigo y hasta ahora no he parado de recibir favores de él, pero me dicen que me va a atacar en cualquier momento y no sé qué hacer, ¿me podrías dar un consejo?
-Pedro- dijo Lucas-, para que no te pase nada malo te contaré lo que le pasó a un gato y a un perro.
Pedro le rogó que se lo contara.
-Pedro-dijo Lucas-, había una vez un gato, un perro y un mono. El perro y el gato eran muy amigos y se ayudaban entre ellos, eran los líderes del barrio, pero el mono era mala persona y llevaba varios días sin comer, así que decidió separar la amistad del gato y el perro. Al día siguiente el mono le dijo al gato que el perro tenía intenciones de traicionarle porque ya no necesitaba su presencia, el gato se lo creyó y decidió matar al perro antes de que él lo traicionara. Después de un rato el mono va y le dice lo mismo al perro y el perro decide matar al gato antes de que lo haga él. A la hora de dormir se hacen los dormidos para despertarse y matar al adversario. Los dos se levantan a la vez y se empiezan a pelear, aunque en la lucha salen los dos perjudicados ya que el perro había matado al gato y el gato le había arrancado los ojos al perro. Y así fue como el perro perdió los ojos y el gato la vida por culpa del mono.
-Tú, Pedro, evita esa pelea entre tú y tu amigo no quieras acabar como el gato y el perro.
Pedro lo aplicó y le fue muy bien en la vida.
Y, viendo don Marius que este cuento era bueno, lo mandó escribir en este libro e hizo estos versos que condensan toda su moraleja:
No creas en los mentirosos
o perderás con tu amigo tus días amistosos.
Marius Rusu
CUENTO VIII
LO QUE OCURRIÓ EN UNA GUERRA ENTRE DOS BANDOS
Un día Leo le contó a su amigo y compañero Mario:
-El amigo de Sergio, el que se burla de mí, vino a primera hora a decirme que se había enfadado con su amigo y quería que le ayudase a gastarle una broma pesada. Le he dicho que me lo pensaría, y antes de contestar quiero que me des tu opinión sobre lo que debería hacer.
-Con lo que me acabas de decir me he acordado de una historia que me contó mi abuelo. Es lo que ocurrió en una guerra entre dos bandos.
Leo le preguntó de qué se trataba y Mario respondió:
-Como sabes, mi abuelo fue a una guerra. Esta tenía dos bandos. Un día a mi abuelo se le ocurrió engañar al otro bando para ganar la guerra. Todos le hicieron caso y mandaron a un soldado, al que habían pegado, a la sede del enemigo.
>>Cuando llegó le arrestaron y le llevaron ante su líder. A este le dijo que quería vengarse de su propio bando porque le habían desterrado. Les dijo que tenían que atacar cuando fuera la hora de comer, pero que él tenía que ir primero a ver su localización antes de la masacre. Todos se alegraron un montón cuando dijo aquello, por lo que eso hicieron. El soldado se fue por la noche y cuando llegó a la base del bando de mi abuelo despertó a todo el mundo para que fueran a atacar. A la mañana siguiente el bando de mi abuelo había ganado la guerra.
-Con esto Leo, te quiero decir que nadie cambia de amistades tan rápido y creo que la broma te la quieren gastar a ti, por lo que no deberías aceptar lo que te han propuesto.
Leo vio que Mario le había aconsejado bien, hizo caso a su amigo, nadie recibió una broma pesada, y le fue muy provechoso hacerlo así.
Y, viendo don Juan que este cuento era bueno, lo mandó escribir en este libro e hizo estos versos que condensan toda su moraleja:
Al que antes tu enemigo solía ser
ni en nada ni nunca le debes creer.
Juan Solís Sierra
CUENTO IX
LO QUE SUCEDIÓ A MARÍA CON UN AMIGO QUE DECÍA QUE NO TENÍA CON QUE AYUDARLA
Un día hablaba María con su prima Sofía y le dijo:
—Sofía, tengo un amigo que no tiene madre, su padre lo abandonó cuando tenía 10 años y vive con su abuela y su tía en una casa donde no le falta de nada. Cuando les voy a ver les llevo unas chocolatinas y unas pastas, siempre que les veo me piden que les ayude, que no tienen nada. Me gustaría saber qué debo hacer cuando alguien me vuelva a decir eso, así que te ruego que me digas lo que piensas sobre esto.
—María —respondió Sofía—, esto que me estás diciendo y que te preocupa le sucedió a una chica como tú que iba a ver a su mejor amigo cada día y le ayudaba con todo.
María le pidió que le contara lo ocurrido
—María —dijo Sofía—, un día una chica y su mejor amigo habían ido a dar un paseo por la ciudad y la chica vio una chaqueta que le gustó mucho. Entonces decidió entrar a la tienda y comprarla. Pero cuando fue a la caja tuvo un problema, no podía pagarla porque no le alcanzaba el dinero. Entonces le pidió a su mejor amigo que la ayudase poniendo una pequeña cantidad de dinero, pero él le dijo que no podía ayudarla porque no tenía nada, cuando en verdad sí tenía dinero en el bolsillo. Entonces la chica no pudo comprarse la chaqueta.
De camino a casa, a su amigo le había pasado lo mismo que a ella, vio unos zapatos que le llamaron mucho la atención y decidió comprarlos. Cuando fueron a pagarlos su amigo fue a la caja con el dinero necesario y los pagó sin problema. La chica lo vio, pero se calló la boca y no le dijo nada.
Al siguiente día la chica fue a casa de su amigo a verle y su amigo le pidió dinero para comprarse unas galletas, ya que no tenía con qué pagarlo, entonces María le respondió:
—Para las galletas no tienes, pero para tus zapatos que valen mucho más que las galletas sí, así que no te daré nada.
—Y tú, María, debes hacer lo mismo cuando tu amigo no te quiera ayudar a lo que le pides. Cuando él te pida ayuda dile lo mismo que te dijo él a ti, de manera correcta y adecuada.
María vio que Sofía le había dado un buen consejo, lo siguió y le fue muy bien.
Y, viendo Doña Noemí que este cuento era bueno, lo mandó escribir en este libro e hizo estos versos que condensan toda su moraleja:
Si alguno no quiere en lo tuyo ayudar,
cuando algo te pida, responde que lo harás.
Noemí Pérez Bárcena
CUENTO X
LO QUE LE SUCEDIÓ A UN NIÑO DE SEIS AÑOS
Un día, hablando Matteo Mancini con Michael, su mejor amigo, le dijo:
-Michael, siempre pienso en toda la gente que tengo alrededor mío, que me prometen que estarán siempre junto a mí a pesar de cualquier peligro. La verdad es que me gustaría saber si todo lo que dicen es real o no.
-Matteo -respondió Michael- yo pienso que un buen amigo es lo mejor y más preciado del mundo, pero piensa que cuando vienen necesidades o cualquier tipo de ayuda, solo quedan al lado tuyo los verdaderos, los más reales. Además, si el riesgo no es grande, es difícil saberlo. Así que te voy a contar lo que le sucedió a un niño de seis años.
Matteo le pidió que le contara lo ocurrido.
-Había una vez un niño que tenía unos padres drogadictos, que solo pensaban en ellos y no en lo mejor para su hijo. El niño siempre les suplicaba que le llevasen a la escuela para aprender todo lo que aprenden los demás niños y ser lo que siempre había soñado: ser un gran empresario, pero los padres nunca lo hicieron. No tenía amigos ni iba a la escuela y trabajaba vendiendo chucherías en la calle para sacarse un dinero para poder ir a estudiar, pero el niño ganaba muy poquito al día. Un día, unos niños fueron a por chuches a su puesto y le preguntaron que por qué estaba vendiendo chuches en la calle y no iba a la escuela. Entonces, el niño les dijo que su madre le daba clase en su casa, pero lo que nunca les dijo fue que los padres eran drogadictos y que no querían lo mejor para él. Los niños se fueron y se quedaron pensando en lo que el niño les había contado. A partir de entonces, todas las tardes iban a ayudar al niño a vender y a pasar unas horas y así estuvieron durante unos seis años. Durante todo este tiempo, cuando los chicos salían de la escuela iban a darle clases, le enseñaban lo que habían dado ellos ese día para que cuando él pudiera ir a la escuela supiese de todo.
Después de todo este tiempo, el niño pudo recaudar el dinero suficiente para entrar en la escuela, pero nunca se lo dijo a sus padres, porque le había costado mucho ganar el dinero como para que ahora sus padres le dijesen que no podía ir. El niño fue a su primer día de clase y aquello supuso una nueva experiencia para él, ya que aprendió cosas que nunca se hubiese esperado aprender. También hizo más amigos y sobre todo era uno de los mejores de la clase. El niño todavía no les había contado lo de sus padres y no tenía en mente contarlo, porque sabía lo que iba a pasar, que sus amigos le iban a dejar solo. Estuvo muchísimo tiempo pensando en cómo decírselo, y por fin un día se atrevió. El niño les contó todo y los niños se quedaron impactados de la noticia. Luego les preguntó si iban a dejar de ser sus amigos. Los niños estuvieron sin hablarse unos días, pero porque se quedaron en shock y le preguntaron que por qué una noticia así nunca les dijo la noticia, el niño respondió que tenía miedo a quedarse solo, simplemente por el hecho de tener unos padres que nunca quisieron lo mejor para él. Los niños dijeron que se olvidase de ellos, salvo uno, que dijo que lo entendía ya que no debía de ser fácil y que podía contar con él para lo que fuera. Un día, el niño se fue de casa a vivir con el amigo.
Después de muchos años, se graduaron y juntos cumplieron su sueño. El niño estaba muy agradecido de todo lo que la vida le había dado, después de todo lo que había sufrido.
—Así que, señor Matteo Mancini, debes protegerte siempre de aquel que os perjudica y después dice que lo siente. Ahora bien, si alguien daña vuestros intereses sin querer, pero la perdida no es de mucho valor y esa persona os ha ayudado en alguna otra ocasión o bien os ha hecho un servicio, y demuestra además que lo siente mucho, yo te aconsejo que disimules.
A Matteo le gustó mucho este consejo y pidió a Dios para seguirlo y ponerlo en práctica.
Y como a doña Ainara le gusto mucho la historia, la mando escribir en este libro e hizo estos versos que dicen así:
A los justos y humildes, Dios los ensalza:
A quienes son soberbios, Él los rechaza.
Ainara Iglesias Argüelles
CUENTO XI
LO QUE LE SUCEDIÓ A UN COLIBRÍ CON UNA PALOMA
Una mañana la señorita Kairos le estaba hablando a su hermana Sofía y le dijo:
—Sofía, tengo un problema, ha venido una nueva chica a clase que quería ser mi amiga y me empezó a alagar, pero solo era para llevarse bien con mis amigos y robármelos.
—Querida hermana –le dijo Sofía–, tu problema me recuerda a la historia del colibrí que por ser amable se quedó sin amigos
Kairos le pidió que le contará la historia
—Kai –dijo Sofía–, había un colibrí que tenía un grupo de amigos de pájaros de diferentes especies y un día se encontró con una paloma triste y solitaria y le dijo:
—Paloma, estás bien porque estás sola.
A lo que ella le contestó:
—No tengo amigos, pero tú eres muy guapa y amable.
Entonces ella le agradeció los cumplidos y la invitó a su casa. La paloma no paraba de decirle lo guapa, graciosa y divertida que era. Después de unos días de hablar con ella la presentó en su grupo de amigos y todos se llevaron muy bien. Un día la paloma le empezó decir a los demás cosas malas de la colibrí, entonces la colibrí se quedó sola y sin amigos por ser amable con la paloma. Como vio que sus amigos no eran reales, hizo otros amigos.
—Lo que te quiero decir con ello es que deberías dejarlos porque tus supuestos amigos no son tus amigos de verdad y deberías buscarte unos buenos amigos.
Kairos vio que su hermana le dio un buen consejo y lo siguió tal y como le habían dicho y le fue muy provechoso
Y viendo doña Ainhoa que este cuesto era bueno, lo mando escribir en este libro e hizo estos versos que condensan toda su moraleja:
Quien te encuentra bellezas que no tienes
Siembre busca quitarte algunos bienes
Ainhoa Castro León
CUENTO XII
LO QUE LE SUCEDIÓ A UN NIÑO JUDÍO CON UNA NIÑA NAZI
Un día hablaba Leonor con su abuela Violeta, aquella que era como una madre, y le contó:
–Abuela, ¿te acuerdas de Elisa?, esa que hace tiempo me dañó en la escuela, burlándose de mí porque era simplemente diferente a ella, pues mi piel es del color de la noche y el suyo del sol de la mañana. Pasado el tiempo pretende ser mi amiga con muy buenas intenciones, y además asegura haber cambiado, pero sigue haciendo comentarios ofensivos a los que llama bromas. Noto algo extraño en ella…
–Ayyy, hija mía –dijo Violeta– algo parecido pasó en mis tiempos …y el mundo decidió contar esta historia, así me enteré yo de lo que le sucedió a un niño judío con una niña nazi.
Y Leonor intrigada por la sabiduría de su abuela le pidió que se lo contara.
–Leonor -dijo la anciana-, los que protagonizan esta historia son una niña de la Alemania nazi y un inocente chico de religión judía. Isaac, salió del sótano en el que se escondía con sus hermanos y otros cuantos judíos más para buscar algo de comida. Corría por las calles de Berlín cuando una bella niña de nombre Hanna se acercó. Él, asustado, corrió más aún, pero fue inútil porque un gran muro le tapaba la salida. Isaac pensó que sería el fin y que la niña iría a avisar a la autoridad, pero no lo hizo y se limitó a ayudarlo a salir sin ser visto. Al llegar al sótano, el chico se quedó pensando en la bondad de aquella bella pequeña nazi, sentía que ella no era como los demás. Así fue, pues cada vez que salía a buscar algo para sus hermanos, ella estaba ahí para ayudarle, es más, se forjó una bonita amistad entre Hanna e Isaac. Él cada vez llegaba de vuelta más tarde, y se quedaba con Hanna en un lugar seguro, escondidos de las bombas.
A él le fascinaba ella, hacía que las tardes pareciesen tranquilas y nada aterrorizaba el mundo, ellos se limitaban a leer libros, contar historias, y escuchar la música de un disco de vinilo… la música… Nada le encantaba más a Isaac que aquellas canciones, con el dulce sonido de la voz de Hanna, haciendo que las bombas y tiroteos de su alrededor, pareciesen simples ritmos.
Un día, inocente y con la misma expresión de bondad que un día ella le mostró, Isaac le pidió que fuese a ver a sus hermanos y al resto de judíos, necesitaba mostrarles el sueño eterno de unas notas musicales e historias con las que evadirse de la realidad. Él creía que Hanna nunca le haría daño pues era su amiga, pero resultó ser una mentira. El único objetivo, desde el primer día de la astuta niña, era acceder a un mayor premio, haciéndose pasar por la amiga de un pobre chico lleno de esperanza, y conseguir entregar a más judíos, gente inocente, que para ella eran una abominación. En cuanto consiguió saber donde se escondían no lo dudo un segundo y traicionó a Isaac. La autoridad nazi se los llevó y no quedó nadie allí, solo una invisible niebla de suciedad mezclada con miedo.
De camino a la muerte, subido al tren, Isaac se acordaba de aquella canción, con la dulce voz de la que pensó, llegaría a ser su amor, cuando el mundo cambiase y se escuchase otro son. Una lágrima de tristeza, culpabilidad y desilusión le recorría el rostro al llegar a su estación. Y viendo la muerte agarrada de su mano, cantó.
—Así que, querida Leonor, no creas todo lo que ella te diga. La gente no cambia, solo pretende ser algo que no es, te engaña y luego vuelve a herirte como si nunca hubiese prometido haber cambiado y ser diferente. El mismo pensamiento despectivo sigue escondido bajo su piel y un enemigo aguarda en él. Finalmente, te diré que, si algún día te hizo daño, aléjate, probablemente no pretende ningún bien y en un momento u otro volverá su forma de ser, como un pulso al que su máscara no podrá vencer.
Leonor consideró que había sido un buen consejo y lo puso en práctica, le fue genial, ya que Elisa no pretendía ningún bien.
Como Adela vio que este cuento era bueno, mandó que se escribiese en este libro, e hizo estos versos que condensan toda su moraleja:
Al que antes tu enemigo solía ser
Ni en nada ni nunca le debes creer
Adela Medina Lobato
CUENTO XIII
LO QUE LES CAMBIÓ LA VIDA A UN POBRE Y A UN RICO
Un día estaba Marta hablando con su vecina Raquel, cuando le dijo:
-Raquel, sé que no soy la persona más desafortunada en el mundo y tengo a personas que me quieren, pero me siento triste y sola, ya me da igual la muerte que la vida.
-Querida Marta -dijo Raquel–, yo también me sentí así una vez y un amigo mío me contó lo que le ocurrió a un rico que había sido pobre y a un pobre que había sido rico.
Marta le pidió que le contase lo que les había ocurrido.
-Querida Marta –dijo Raquel-, una vez un hombre pobre creó una máquina de teletransportación que lo convirtió en rico y todos sus amigos le apoyaron y acompañaron en esa nueva etapa de su vida. Un día se encontró al hijo de la familia que le había ayudado a pagar su carrera, pero cuando se fue a acercar para darle las gracias y hablar con él, lo notó triste y en muy malas condiciones. Así que le habló y se fueron a su casa para poder seguir conversando más tranquilamente. Cuando llegaron se sentaron en el gran sofá de la casa del rico y él le pregunto al hombre pobre por qué estaba tan triste y el otro le dijo:
-Estoy así porque he perdido todo el dinero que mi familia me había dado en una mala inversión y cuando le quise pedir ayuda a mis supuestos amigos todos me dieron la espalda y ahora estoy solo.
A lo que el rico respondió:
—No estás solo me tienes a mí, tú me ayudaste cuando lo necesitaba y en este momento yo te ayudaré a ti.
A partir de ese día se hicieron inseparables el uno del otro y se ayudaron cuando lo necesitaban.
—Así que Marta, no compares tu tristeza y soledad con la de otras personas, porque todos somos diferentes. Busca ayuda en esas personas que no están a tu lado solo por interés y que se quedan en tus peores momentos, ya que esas personas son con las que vale la pena compartir tu tiempo y harán que te sientas menos sola y más feliz.
Marta vio que Raquel le había aconsejado muy bien, siguió sus recomendaciones y le fue muy provechoso hacerlo así.
Y, viendo doña Nicole que este cuento era bueno, lo mando escribir en este libro e hizo estos versos que condensan su moraleja:
No creas que por tenerlo todouno no se sentirá solo.
Nicole Mora Rodríguez
CUENTO XIV
LO QUE LE SUCEDIÓ A UNA MADRE CON SU HIJA YENDO A COMPRAR
Un día hablaba Alicia con su mejor amigo Hugo y le dijo:
—Hugo, me gustaría apuntarme a la actividad extraescolar de teatro pues siempre he querido ser actriz; pero tengo miedo de que me critiquen por hacerlo.
—Alicia —dijo Hugo—, sé que siempre te ha gustado mucho actuar así que deberías decidir tú. Pero, como me has pedido ayuda, te intentaré aconsejar contándote lo que le sucedió a una madre y a su hija yendo a comprar.
Alicia le pidió que se lo contase y Hugo le empezó a contar las historia:
—“Un día una madre y su hija fueron a comprar como lo hacían todos los días, pero esta vez fueron andando porque se les había estropeado el coche. Terminaron de comprar y se fueron hacia su casa. Todo lo que cogieron lo llevaban en una bolsa que llevaba la madre. Pasaron por delante de unos señores y los escucharon decir:
—Qué mala hija que no ayuda a su madre.
Tras escucharlo la hija cogió la bolsa.
Siguieron caminando y pasaron por delante de otros señores y los escucharon decir:
—Mira a esa madre, trata su hija como una sirvienta.
Ahora cambiaron y llevaron la bolsa una de cada asa.
Caminaron un poco más se volvieron a encontrar a otros señores, esta vez dijeron:
—¿Por qué lo llevan así en vez de repartirlo en dos bolsas?
Entonces la madre le dijo:
—Cuando al principio yo llevaba la bolsa nos criticaron; cambiamos y tú llevaste la bolsa hasta que nos volvieron a criticar; entonces la llevamos entre las dos y también. Por eso no deberías hacer algo solo porque los demás te lo digan.
—Y a ti, que me pides un consejo para apuntarte a teatro porque tienes miedo de que te critiquen, yo te aconsejo que, si no vas a causar daño a nadie, hagas lo que te parezca bien. Siempre que vayas a tomar una decisión asegúrate de lo que vas a hacer por el buen camino.
El consejo de Hugo le pareció genial a Alicia, obró según sus recomendaciones y le fue muy provechoso hacerlo así, pues se apuntó a teatro y se convirtió en una actriz de éxito.
Y, viendo Doña Carmen que este cuento era bueno, lo mandó poner en este libro e hizo estos versos a modo de moraleja:
Por críticas de gentes, mientras que no hagáis mal,
buscad vuestro provecho y no os dejéis llevar.
Carmen Mier Estébanez
El Prerrenacimiento
Romances 3º ESO
Romance del 8M.
Este día ocho de marzo
las mujeres conmemoran
los derechos que ganaron
y que mucho les cuestionan.
En la historia las mujeres 5
lucharon por no dejarnos
un legado sin derechos,
para un regalo entregarnos.
Una de ellas la abogada
líder Clara Campoamor, 10
Luchadora y muy celebre
Perseverante y valiente.
Un gran legado nos deja
Derecho al voto ganó,
La igualdad de las mujeres 15
Por el divorcio luchó.
Asturias tuvo pioneras
Entre ellas hubo mineras,
Unas pintoras, guerreras,
Rompiendo todas las barreras… 20
Marica Andallón, héroe
Gloria Cuesta, la aviadora
Con estas muchas más hubo.
En algún país es fiesta,
Hoy hay manifestaciones, 25
Declaraciones, cánticos,
Algunas celebraciones.
Nosotras las seguiremos
Alabando y ensalzando,
Todos los años posibles 30
Y a mujeres apoyando.
-Y ¿a dónde vas hoy mamá?
-A asegurar tu futuro.
AL OTRO LADO DEL ANDÉN
Y tomé la decisión
Sin pensarlo me subí
Tendría mi libertad.
El sonido que oí
Me dijo que eran las siete 5
Alejarse el sol yo vi,
Madre a la mezquita va
Alá esperaba allí.
De camino al templo
En la multitud huí. 10
Os contaré la razón,
Anoche lo comprendí
A padre yo escuché
Mi cuerpo es un rubí.
-Veinte dinares le doy 15
Si boda hay en abril
-Esposa tendrá usted…
Al resto no atendí
La ira me recorrió
Y en apuros yo me vi 20
No necesito marido
No hay decisión sobre mí
No quiero un hombre yo
No voy a vivir así.
Toda la noche pensé 25
Mi futuro decidí
La luna me susurró
A la estación voy a ir
Y en tren escaparé.
En la esquina corrí 30
Ya llego yo al andén
Al destino sonreí
Y tomé la decisión
Sin pensarlo me subí
Tendría mi libertad 35
Por fin mi vida así
Lucía y Adela
ROMANCE
Raquel, Raquel y Raquel
Déjate ser amada
Por un hombre que sí lo hace
Y ha entregarte toda su alma
Completamente es dispuesto 5
Sin a otra más amar.
Su marido la está engañando,
Pero ella con él está,
Aún triste se está sintiendo
Ares dispuesto a amarla está, 10
Aun si real no es su sangre.
Él sube por su ventana
Para intentar declararse:
-Si quisieses ser mi novia
Toda mi alma a ti fiel ser 15
-Mi alma al fin tuya será
Cuando conquistarme logres.
Muy dura fue la conquista
Porque por otro su mundo
Y corazón latían. 20
Felices lograron ser
Aunque problemas tenían.
Sus mundos se separaron,
Pues madre no lo aceptaba,
Aunque seguían viéndose 25
A través de su ventana.
Pero al final consiguieron
Sus vidas volver a juntar
Y jamás sus corazones
Volver a separar. 30
Ya que murieron a la vez
Viendo las olas del mar.
El niño
Pobre, pobre, pobre de él
Un pobre y solo niño
No tenía qué comer
Ni un penoso chorizo 5
Su madre murió años
Atrás, pobre del niño
Sin padre tubo que crecer
Pobre pequeño canijo. 10
Vivía bajo un puente
A las afueras del Cairo.
Robaba a todas horas.
Un día cualquiera fisgó
Y encontró mucha droga 15
Le cogieron y chilló
En un gran lío estaba
El dueño era canijo
Le cogió del cuello y
Con mucha rabia le dijo: 20
—¿Qué hace un mocoso por
aquí, solo por el gran Cairo?
Con gran ansía contestó:
—Es que estoy tan solito
Me gustaría vivir 25
con un hombre de buen tipo.
El camello con gran duda
y con gran intriga quiso
preguntar lo que quería.
Y el pobre niño dijo 30
con la mirada perdida:
—Pobre, pobre, pobre niño
Como yo que no tengo que
Comer, bajo puente vivo
El buen hombre le adoptó 35
Y la mala droga quiso
Dejar y poder disfrutar.
ARAM PONT ALFARO
ROMANCE DE LA PRIMAVERA INMORTAL
Magia de la primavera,
y tristeza de verano,
música en el arcoíris,
gris y siempre milenario,
en la luz del anochecer, 5
dos golondrinas duraron,
concibiendo a la esperanza,
sonriendo al nuevo año,
uniones de nueva sangre,
con una sonrisa hablaron: 10
- En los brazos del amor,
somos pareja de ancianos,
nuestras crías vuelan libres,
somos oro marchitado.
Y con estos cuatro versos, 15
ambas aves se miraron,
en sus ojos se veía,
el puente de sus abrazos,
donde todos sus recuerdos,
se unían río abajo, 20
esperando al amanecer,
en el cielo se encontraron,
nuevas flores en sus ojos,
juntos yacían pactando,
su vida junto a su muerte, 25
ni los ángeles mundanos,
podían amar tan bien,
sólo notan los pecados,
sin pensar las consecuencias,
castigan hasta al más sabio, 30
no hubo amor más leal,
que el de dos aves pagano,
su recuerdo continúa,
primavera todo el año.
Silvia de Con Bértiz
LA RESPUESTA DEL CAMBIO
Amor a gritos rogaba,
al que nunca falta le hizo
pues caballero tenaz.
con su riguroso escudo,
su forjada vestimenta, 5
alejaba a quien seguro
a su paso se acercara.
Tal era un día como hoy,
la golondrina llamaba
al hogar de aquel muchacho 10
en busca de ser amada.
Revoloteando dijo,
con una voz temblorosa:
-Oh, mi futuro amado
que llegaste por ventura, 15
es deber darte el anuncio
que, si soy tu amada real,
cuando bien sonara el grillo,
y se haga caer el sol,
has tú, señor mío 20
de estar tú, en la corte.
-Oh, mi precioso tesoro
Aletargado hallo aquí,
Has de ser mi amada mismo.
Un día después aquel hombre 25
la armadura despojó
y se adentró en el hogar
y con ella se quedó
y a la su descendencia
este romance dejó, 30
acuñando con cautela
este poema emotivo
que por más tarde que nunca,
leído por ti está siendo
con mucha más estimación 35
con la que yo lo he leído.
LA REINA Y EL BUFÓN
Llorando estaba la reina,
asomada en su balcón.
Escuchándola se hallaba
su fiel amigo el bufón.
— ¿Que le ocurre reina mía?, 5
¿Qué le provoca el bajón?
—Tengo el alma muy desecha,
el corazón en un puño
y en lo único que pienso
es como irme de este mundo. 10
El rey me ha abandonado.
Dejó una carta y partió
con su supuesta conquista,
ya que todo mi cariño
no era bastante para él. 15
—Todo tiene solución,
pero mi querida reina,
la muerte no es una opción.
Tras tener una amplia charla
llegaron a un buen acuerdo 20
en el que el bufón tendría
que eliminar el amor
que ella pudiera sentir.
Con mucha dedicación,
bastante constancia, tesón 25
y esfuerzo el bufón logró
lo que la reina quería,
ya no había nada de amor
en todo su corazón.
Con ayuda del bufón 30
la queridilla reinilla,
en malvada se convirtió.
Adiós temprano
Este relato amoroso
apenas lo he empezado
—¿a dónde vas mi querido?
Estás algo perfumado
un mucho distraído y frío 5
vas demasiado tapado
distante te noto, cielo
¿con otro tú has viajado?
Porque solo yo me siento
¿tú amor alguien más halló? 10
—Si así fuera, ¿te incumbe?
Quien a mi ha destrozado
fuiste vos sin escrúpulos,
ningún rencor he adoptado
a pesar del daño hecho 15
en ello no he pensado
mi corazón roto dejó
tu voz al haber hablado.
Alzado y vestido se fue
orgullo representado 20
es este segundo, Reki,
llamado así ha quedado
tras un día haber nacido
en el cálido verano
al contrario por padecer 25
de su corazón helado.
Pesaroso, Langa decía
—No te vayas de mi lado
Reki de verdad lo digo.
Tú, mi único enamorado 30
aquí te esperaré, vida
quien verdaderamente amo.
Él se fue sin decir adiós.
Eduardo López
Romance de Don Manuel
Caminaba Don Manuel,
hacia la isla para mirar
cantar a su amada,
pensando en su otro cantar.
Su amada al verlo venir 5
puso sus manos a temblar:
- Querida, no tiembles así.
- Cómo no voy a temblar,
al verte a ti aparecer
por este hermoso pajar. 10
-Por esa hermosa canción
juraría por ti matar.
Ella se paró a atender
ese bonito cantar,
a las orillas del río 15
en ese bello lugar,
imaginaba su voz
en un bonito trinar.
Mientras Manuel ponía
sus ojos a contemplar. 20
-¡Oh qué hermosísima sois
tan bella como el mar!
-Qué perturbada me hayo
bajo tu bello mirar,
llenándome de amor, 25
con tu dulce acariciar.
Todo estaba llegando
al punto de finalizar.
Con bostezos encontró
Manuel su cruel despertar 30
su vuelta a la realidad
puso fin a su soñar.
MI QUERIDO HEFESTIÓN
Primavera, primavera,
donde todo sucedió.
Cuando los pájaros cantan
hasta que llega el albor.
Cuando las flores florecen 5
hasta que llega el calor
Una tarde en Macedonia
donde Alejandro vivió.
Este fue un gran guerrero
con distinto corazón, 10
pues enamorado estaba
de su querido Hefestión.
Dando un paseo topaban
cuando marchaba el sol.
—¿Qué haría yo sin ti? 15
—Dijo el conquistador—
Mi caballero amado,
mi más preciado amor.
—No me llames tu amado,
si no aceptas como soy. 20
Espero que algún día
nos besemos sin temor—.
Dijo Hefestión enfadado
pero sin mucho rencor,
pues enamorado estaba 25
de su querido señor.
—Pero por mucho que te ame,
viviré sin tu amor.
Obligaciones conservo
ya que casado estoy—. 30
Su último beso dieron
cuando el sol se escondió.
Para quedarse unidos
nel fondo su corazón.
IRENE Y CARMEN BENITO
AMOR MIO Y CON AMOR
Amor mío, amor mío
Amor mío y con amor
Tú me incitas a pecar
Tú me llamas la atención
Tu mirada me seduce 5
en tu cuerpo yo me pierdo
y tu boca es adictiva
tu lengua mi perdición.
Él siempre me decía
“cuánto te quiero amor mío, 10
Yo te quise y te querré
Y Mi vida entera te doy
A ti por y para siempre”
Quizás fuese cierto pero
Solo supiste mentir 15
Ahora pides perdón
Pero no voy a volver.
Pero ya ha pasado el tiempo
No paré de pensar en ti
He soñado con tus besos 20
En tu hermosa sonrisa
En tus intensos abrazos
¿él me querrá todavía?
Yo le echo mucho de menos
ya no tengo noticias de él. 25
Te quiero aquí a mi lado
Aun no siendo lo correcto
Soy capaz de perdonarte
Después de todo te amo
Así dicen las historias: 30
Y todo se arreglará
acabando juntos los dos.
Y eso es lo que deseo
a dios le rezo por ello.
Carlota y Zaira
AMOR INFERNAL
Cuando caía la noche
el Rey de “luchar” venía
y ella se disgustaba
porque el muy tarde volvía,
mientras la reina indignada 5
la explicación pedía.
Mientras ella le escuchaba
él la tranquilizaría,
mientras explica el suceso
la reina se enfadaría. 10
-Mi amor no te enfades porque
yo nunca te engañaría,
-¡Claro eso dices siempre
pero noto que mentías
yo en palacio te esperaba 15
callada y aburrida!
El pobre rey preocupado
así le respondería:
-Tú mí nunca has confiado
y yo nunca dudaría 20
-¡No me vengas con mentiras
que yo nunca me creería!
Después de ese encontronazo
a la puerta picarían,
las miradas se cruzaron 25
llenas de hipocresía
y en la puerta apareció
la causa de sus desdichas,
y entró en la gran sala
una joven campesina. 30
Después de lo que le ocurrió
El amor se destruiría,
y la Reina que decidió
nunca jamás le vería.
Santiago y Guillermo
EL VIAJE DE COLÓN
Solo hace quinientos años
Iba Colón navegando
Quería llegar a Japón
Todo bien, iba encantado
El mundo querían cambiar 5
Pero él era criticado
¿Qué creen que van a encontrar?
¿A dónde va ese flipado?
Saben que la tierra es plana
Ya se acabarán cansando 10
En el horizonte caerán
Todo acabará borrado
Nunca a casa volverán
Y sus familias llorando.
A Isabel la convenció Colón 15
Ya volveremos con algo
Con especias y perfumes
Y las riquezas mostrando
Traeremos oro y telas
Por España valorado 20
Siempre, siempre por España
Por la más grande luchando.
Llegó Colón a las Indias
Rodrigo gritó asombrado
-Ahí, mirad nuestra tierra 25
-La que estábamos buscando
Se bajaron en las Indias
¡Oh! no estaban preparados
Pobres indios asustados
Ya nuevos dioses rezando 30
Ahora ya eran esclavos
Y sus oros malhadados.
Años después, ¡América!
Nos estaban engañando
Y la tierra era redonda 35
No llegaron a Cipango.
Jesús y Marius
EL ÁNGEL DEL GUETO DE VARSOVIA
Caminando por sendero,
estaba el ángel llegando.
Iba a el gueto de Varsovia.
Iba con bastantes ánimos.
Ella tenía aún más miedo 5
a cada gran paso dado.
“Si el plan transcurre tal debe,
mil vidas habré salvado”
Pensaba siempre en su mente.
Niños muy desesperados 10 aguardaban su llegada.
Cuando llegó la agradaron. Había una rubia niña
con su brazo a piel de canto,
lleno de heridas sangrando. 15
Sus grises ojos miraron
a la que la ayudaría
para salir de ese espacio
lleno de muerte y tristeza,
donde se oían disparos. 20
Oh, Señora Irena ayúdenos.
Los nazis nos arruinaron,
dejándonos sin un hogar,
matándonos como malos,
cuando ningún mal hicimos 25
para acabar como estamos.
Quiero ser feliz y bailar,
ver el sol iluminado.
Quiero yo tener amigos
que no vayan a esos campos 30
y no poder verlos más
porque han sido asesinados.
Quiero poder ir a clase,
al igual que los cristianos.
Quiero dejar de temer, 35
que se marchen ya a otro lado.
Quiero ver a mi familia,
pero eso es algo pasado,
porque ya no están conmigo,
pues han sido exterminados. 40
Pequeña, te ayudaré.
Mucho has tu sacrificado.
Mereces todo eso y más.
Vosotros seréis salvados.
Necesito que me sigáis 45
para poder ser sacados
y tener un buen futuro,
lejos de esos desgraciados.
Irena salvó los niños,
Ella ganó el batallado. 50
CARMEN MIER Y MINERVA
Sin palabras
Sentado él aquel día
Mientras él escuchaba
Esas bellas melodías
Que él con su ansiedad
Siempre reproducía 5
Sin poder él entenderlas
Más y más le costaría
Hipnotizado quedaba
Itʼs ok repetía
Solo la gente escuchaba 10
Y ayudarle querían
No soportaban no poder
Y aquello les dolía
Tom levantado se fue
Sin saber que lo encontrarían 15
Él cansado y oprimido
Porque rumbo no tenía
Solitario y sin amigos
Querido no se sentía
Los padres no encontraban 20
Como a él se lo dirían
Puesto que él no estaba
Ellos lo encontrarían
Desesperados estaban
Sin más ellos gritarían: 25
—Hijo mío, ¿dónde estás?
—Aquí en mi armonía
—No nos vuelvas a asustar
—Igual ahora me iba
—Pero qué dices ¿A dónde? 30
—Mira vuestra ironía
El otro día me echasteis
Esto no importaría
—pero hijo mío —dijo
Sin palabras quedaría 35
Estático se estuvo
Y él lo abrazaría.
EN EL PUERTO CON SIMÓN
La primavera llegaba
y el marinero partió
dejando a su prometida
en el puerto con Simón.
Mientras lloraba decía: 5
—Le echo de menos Simón
aunque se acabe de marchar,
se me rompe el corazón
—Por ser un buen navegante,
Pedro siempre regresó. 10
Un montón de oro y de plata
a ti siempre te dejó.
Desesperarte no debes,
sin pensarte no marchó.
Ya no se le divisaba 15
cuando la noche cayó.
Unas nubes se acercaron.
Una tormenta empezó.
Pedro estaba muy tranquilo
hasta que las encontró. 20
Grandes olas se acercaban
Pedro se preocupó.
A casa no llegaría.
En su querida pensó
¿Qué es lo que podría hacer? 25
Sola con Simón quedó
pensando cuando va a volver,
temiendo lo que ocurrió.
Simón contento no estaba,
sabía lo que pasó. 30
El barco quedó hundido,
y Pedro nunca volvió.
David y Juan
ROMANCE
Por allí anda Felipe,
Con sus arqueros cabalga.
De Valencia hasta Burgos
Cargado de oro y de plata.
Eso es su gran botín 5
Con sus arqueros cabalga,
Para entregar a su rey
El fruto de sus hazañas.
Alrededor de un lago
Una noche estrellada 10
Instala su campamento.
Mirad cómo es su lanza:
De repente sin aviso,
Una banda les asalta
a Felipe y sus nobles. 15
Rápido saca su arma
Mata a todos con su fuerza
Del gran lago se marchan
Hacia su nuevo destino.
Es Lerma y su amada 20
Anastasia la más bella.
Anastasia se llama
Una doncella de Lerma.
Su luminosa mirada
Como la luna en la noche 25
A Felipe enamoraba.
A Burgos irá con ella.
Don Felipe quiere llevarla
Y presentarla al rey.
Pronto con ella se casa. 30
Emprenden pues el camino.
Poco tiempo aún falta,
Poco tiempo y su destino
La bella pareja baraja
Feliz y maravilloso. 35
Pero mirad qué aguarda,
A la preciosa pareja.
Cerca de Burgos se halla
La muerte en Sarracín.
Un atardecer descansa 40
Muy cerca de una villa
Sarracín, así se llama.
A Felipe y sus guerreros
Unos ladrones asaltan.
Robar el botín no logran 45
Pues Felipe su espada,
Con valentía maneja.
Pero un arma arranca
La vida de su amor,
Anastasia pues exhala 50
Un desesperado llanto
Felipe llora y llama
A gritos a su señora
Felipe llora y llama:
-¡Contigo muero mi reina! 55
Mateo
Don Díaz
Solo Díaz, solo Díaz
solo Díaz, todo solo
por campo se encontraba
sentado y cansado
miro alto, a la luna 5
algo hizo reflejo
pensó que era un sueño
sin dudarlo preguntó
-¿No merezco su amor y
dejarla debería yo? 10
El quería respuesta
cansando el exclamó
- Dime luna, tú dime
tú solo dime algo.
Una voz escuchó y 15
rápido, contestó
—Don Díaz —decía la voz.
Qué quieres, te presto 6
toda mi atención. A
lo que la voz contestó, 20
le prestó su atención
-Si su perdón no dio
no merece atención...
Tú sigue tu camino
algún día llegará 25
ese amor que deseo
Don Díaz ten paciencia
tras un tiempo despertó.
Solo Díaz, Solo Díaz
Solo Díaz todo solo 30
Don Díaz solo seguía
pero al amor se enfrentó.
ROMANCE
Oh, mío amor mío
Dime, amor de mi vida
¿Por qué has tardado tanto?
Mientras los pájaros caminan
Yo estaba esperando 5
Para verte muy linda
Y me dejaste así
Mientras yo conducía,
No podías imaginar
El disgusto que me transmitía. 10
Oh, ¿por qué amor mío?
Porque mientras decaía,
¿Estabas con aquel hombre?
Por ti yo mataría
Aquel que te vaporiza. 15
Una vida infinita
Junto a una familia
Es lo que quiero que viva
¿Por qué no me lo dices,
que me sustituirías 20
por alguien mejor que yo?
Y esto acabaría
Sin hacerme yo más daño,
Mientras busco lo que rima,
Aún me haces daño, 25
no puedo hacerlo
si no sé si me querías,
Pero veo el armario
y no evito el pensar
acabar con mi vida, 30
pero tengo que aguantar,
aunque sea solo por ti
y parezca un masoquista.
Christian